Mucho tiempo he esperado para tener en mis manos Las ciudades del hombre (Llibros del Pexe), de Antonio Rivero Taravillo; una espera que se ha hecho más larga de lo deseado, pero bien que ha merecido la pena. Resulta difícil -como bien dice la contraportada- rechazar la invitación que nos ofrece el autor: un viaje sentimental por la memoria del viajero en el que se mezcla calles con libros y plazas con películas, ciudades de piedra y asfalto, y ciudades construidas por la imaginación. Una espléndida colección de estampas, que va desde las principales capitales europeas, pasando por el Mondoñedo de Cunqueiro hasta la esquizofrénica Ciudad de México y la fervorosa Buenos Aires. De parada obligada resultan las Islas Británicas con sus queridas Dublín, Belfast y Londres. Pero si tengo que elegir una de entre todas, me quedo con Innisfree. Esa pequeña arcadia que imaginó y plasmó John Ford en El hombre tranquilo y, como buen tesoro de los sueños, puedes pasearte cuando quieras por sus caminos, tomarte una pinta y fumar una pipa con el pequeño Michaleen Flynn, discutir con el grandullón Will Danaher y ver pasear en tándem a Sean Thornton con Mary Kate. ¡Qué bonito sería levantarte cada día en "Blanca Mañana"! Gracias a Antonio Rivero Taravillo es posible.
Antonio Rivero Taravillo, Las ciudades del hombre, Gijón, Llibros del Pexe, 1999.
Este libro me lo regaló Antonio el día que nos conocimos, en la English Book Shop de Sevilla; yo, por mi parte, le regalé un ejemplar de mi primer libro, Tierra Firme, encontrándome de rebote la sorpresa de que lo reseñara en Clarín. (El título de la reseña fue simpático "¿Nueva poesía católica?"). Todo empezó porque le pregunté por ediciones bilingües, ya ves.
ResponderEliminarBuena anécdota, Jesús. Por desgracia -si no me falla mi juicio- no tenemos ninguna English Book Shop en Oviedo. ¿Puedes facilitarme el nº de "Clarín" donde viene tal reseña?
Eliminar¿"Un HERMOSOS viaje"?
EliminarGracias gatoflauta. Ya me va tocando revisión en el oculista.
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