He oído mucho acerca de Jesús Beades, y siempre para bien. Alguno, incluso, me ha comentado que tenemos gustos comunes. Hoy al hojear su segundo libro, Centinelas, me he llevado un grata impresión; mejor dicho, un regalo. Y es que quedamos pocos fumadores de pipa; cuando encuentro a uno, me digo que gracias a Dios no soy el último de esta especie.
UN REGALO
En mi mesa una pipa, tallada con un rostro
de un hirsuto guerrero,
que alguien que me quiso y aún me quiere
me regaló hace tiempo.
Y en mi pecho el deseo de ser un navegante
que, después de abordajes y naufragios,
aún sigue amando mucho
después de muchos años.
Sí, a mí también me regalaron una pipa de espuma de mar con el rostro de un barbudo tallado. Sin embargo no se me ocurrió escribir un poema; para eso ya está Jesús Beades que, por cierto, lo hace de maravilla.
Jesús Beades, Centinelas, Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2002.
La pipa: una Maestro de paja, de mi colección particular.
UN REGALO
En mi mesa una pipa, tallada con un rostro
de un hirsuto guerrero,
que alguien que me quiso y aún me quiere
me regaló hace tiempo.
Y en mi pecho el deseo de ser un navegante
que, después de abordajes y naufragios,
aún sigue amando mucho
después de muchos años.
Sí, a mí también me regalaron una pipa de espuma de mar con el rostro de un barbudo tallado. Sin embargo no se me ocurrió escribir un poema; para eso ya está Jesús Beades que, por cierto, lo hace de maravilla.
Jesús Beades, Centinelas, Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2002.
La pipa: una Maestro de paja, de mi colección particular.
Ya sabía yo que te iba a gustar. Sobre todo ese poema. Pero Centinelas no es su primer libro; el primero se titula Tierra firme y fue Premio Gerardo Diego en 1999 (¡cuando Beades tenía 21 años!); lo editó al año siguiente la Diputación de Soria.
ResponderEliminarSin duda es buen poeta, aunque quizá demasiado d´orsiano demasiadas veces (se le nota enormemente, por ejemplo, en la manera de adjetivar; si bien Beades -y la honesta actitud le honra- no rehuye ni esconde su débito para con d´Ors: el poema que abre Centinelas, por ejemplo, dice ya no sé de qué de las tardes de Cotobade o similar).
En fin, que me alegro de haber acertado dejándote el libro.
Nos vemos, míster.
R
Gracias,R. Todos los pipa-fumadores tenemos una pipa de esas características. Normalmente son regaladas,porque -la verdad- son bastante horteras como para comprarlas.
ResponderEliminarNo te creas: quedamos bastantes. Por ejemplo, los poetas Juan Manuel Macías y Francisco Díaz de Castro. Yo mismo. Eso sí, yo no tengo una pipa de espuma de mar. Pero las tengo de brezo bastante presentables.
ResponderEliminarUn abrazo con una Medico y MacBaren Original.
JLP
Recuerdo un artículo tuyo en la página del Barcelona Pipa Club. Hablas de los dos mejores establecimientos de pipas de Oviedo: El hogar del fumador y el estanco de la Iglesia de San Juan. Sin duda,los mejores por no decir los únicos. Tambien tengo una Medico, pero hace años que no pruebo un MacBaren.
ResponderEliminarUn abrazo con una Peterson y Capstan Medium.