El otro día, en una conocida librería de viejo de mi ciudad, me encontré con esta edición de las Soledades. El hecho de que se tratase de una edición rústica al precio de 1€ y, con la gracia, de que tuviera el sello de la Biblioteca Pública Municipal, me intensificó el deseo de adquirirlo. La sorpresa llegó al abrirlo en casa, cuando se dejó caer una hoja que lleva por título Instrucciones para abrir este libro. Me acorde de mi profesor de literatura Hispanoamericana en la Universidad; siempre más atento al cuidado de los libros que al mero contenido de los mismos. Y como es habitual de dicho establecimiento, ¿quién sabe? Igual este papelillo suelto lo ha colocado él mismo.
Luis de Góngora, Soledades, Turner Libros, 1981.
¿No va siendo hora de colgar comentarios nuevos?
ResponderEliminarUn abrazo.
JLP
Entrar en este blog es viajar en el tiempo... a 2009, concretamente.
ResponderEliminar¡Escriba algo, oiga!
R
¡Ya sé lo que pasa...! ¡Como tu nuevo ídolo es Beades no actualizaas el blog! ¡Para ser como él! ¡Es eso!
ResponderEliminarEscribe Al Gore ya, chavalín, anda.
Shao