miércoles, 30 de diciembre de 2009

Instrucciones para abrir este libro




El otro día, en una conocida librería de viejo de mi ciudad, me encontré con esta edición de las Soledades. El hecho de que se tratase de una edición rústica al precio de 1€ y, con la gracia, de que tuviera el sello de la Biblioteca Pública Municipal, me intensificó el deseo de adquirirlo. La sorpresa llegó al abrirlo en casa, cuando se dejó caer una hoja que lleva por título Instrucciones para abrir este libro. Me acorde de mi profesor de literatura Hispanoamericana en la Universidad; siempre más atento al cuidado de los libros que al mero contenido de los mismos. Y como es habitual de dicho establecimiento, ¿quién sabe? Igual este papelillo suelto lo ha colocado él mismo.







Luis de Góngora, Soledades, Turner Libros, 1981.

martes, 15 de diciembre de 2009

Jesús Beades




He oído mucho acerca de Jesús Beades, y siempre para bien. Alguno, incluso, me ha comentado que tenemos gustos comunes. Hoy al hojear su segundo libro, Centinelas, me he llevado un grata impresión; mejor dicho, un regalo. Y es que quedamos pocos fumadores de pipa; cuando encuentro a uno, me digo que gracias a Dios no soy el último de esta especie.


UN REGALO

En mi mesa una pipa, tallada con un rostro
de un hirsuto guerrero,
que alguien que me quiso y aún me quiere
me regaló hace tiempo.

Y en mi pecho el deseo de ser un navegante
que, después de abordajes y naufragios,
aún sigue amando mucho
después de muchos años.

Sí, a mí también me regalaron una pipa de espuma de mar con el rostro de un barbudo tallado. Sin embargo no se me ocurrió escribir un poema; para eso ya está Jesús Beades que, por cierto, lo hace de maravilla.

Jesús Beades, Centinelas, Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2002.
La pipa: una Maestro de paja, de mi colección particular.

viernes, 11 de diciembre de 2009

El futuro

Ayer me levanté temprano para ir al banco. Revisé mi fondo de inversión, que sube más bien poco, y abrí una nueva libreta de ahorros. Después del papeleo y de computar un número de cifras que sigo sin entender, me acordé de unos versos de Roger Wolfe:

GLOSA A CELAYA

La poesía
es un arma
cargada de futuro.


Y el futuro
es del Banco
de Santander.

Me temo que tanto mi futuro como el del señor Wolfe están en las mismas manos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Mala memoria

No me acordaba. Rectifico el próposito de la entrada anterior cuando digo que me gustaría dedicar un poema a Pelayo Fueyo. En verdad, ya le dediqué uno que se publicó en el nº 3 de la revista Hesperya. Aunque ahora lo escribo corregido.

LA CAÍDA

a Pelayo Fueyo


Siempre tendré una deuda con las olas
por su envite constante hacia la roca
que me clavé una tarde de verano.

Un día no será vetusta roca
sino arena que arrastra la marea,
esponjosa caricia en mi costado
que blande la memoria del tropiezo.

Sonriendo en la cima de los cielos
me hallaré cobijado en mi alegría,
vengado con la ayuda de los mares.

Siempre tendré una deuda con las olas
por devolver la paz a mi vergüenza.


sábado, 5 de diciembre de 2009

Gracias, Pelayo



Va a hacer un año de la publicación de la Poesía completa de Pelayo Fueyo, sin duda uno de los mejores poetas asturianos de los últimos veinte años. Apenas, en este tiempo, he podido coincidir con él para comentar los poemas del libro inédito que incluye el volumen y, sobre todo, de agradecerle el hecho de que me dedicara un poema. Algo que espero devolverle pronto.

LA LUNA

a José Luis Sevillano

Sentado en el jardín, contemplando la luna,
me evado de las tópicas discusiones caseras.
Enciendo un cigarrillo. El humo se disuelve
formando una aureola que somete al planeta.
¡Ah, cuántos viejos versos ignorando el vacío
de ese centro inmutable al llanto adolescente!
Sentado en el jardín, oigo voces de mando
que parecen venidas de un teatro mundano.
Iré adentro, sumiso, como un muñeco insomne,
¿pero cómo encerrar a la luna en mi cuarto?

de La danza del ocioso

Pelayo Fueyo, Poesía completa, Valencia, Pre-Textos, 2008.

viernes, 4 de diciembre de 2009

En el trabajo

Tengo la suerte de tener un trabajo poco agobiante, lo que me permite leer con asiduidad y, cuando estoy de turno de noche, corregir los poemas que voy componiendo. Esta semana me han surgido varias ideas para distintos poemas (he empezado tres, algo muy raro en mí, que soy de ritmo lento). En ocasiones, en el trabajo, me envuelvo en una larga lista de ensoñaciones a las que, poco a poco,voy dando forma de poema. Este martes me dio por divagar sobre la poesía de hoy en día: ¿qué pensaría un poeta del medievo sobre nuestra lírica actual? Así que me puse en sus huesos para responder a esta pregunta.

UN POETA MEDIEVAL, YA SEA JUGLAR O TROVADOR -O AMBOS POR QUÉ NO-, SE RETUERCE LOS HUESOS - O LO QUE QUEDE DE ÉL- EN SU TUMBA, ANTE EL PANORAMA QUE OFRECE LA POESÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XXI; O TAMBIÉN VALDRÍA TITULARLO, SENCILLAMENTE, DESPUÉS DE LEER A JULIO MARTÍNEZ MESANZA.

No duermo en una tierra de leyendas
ni tampoco de nobles caballeros.
Salvar a la princesa de la torre
es misión de unos pocos elegidos
que son pasto del polvo y del silencio.
No hay laurel para el héroe de esta época
ni poetas que canten sus hazañas.


(Creo que no nos deja muy bien, ¿no creéis?)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Ultramundo

Del 11 al 13 de diciembre se celebrará en Mieres la primera muestra de cine fantástico y de terror. La organización corre a cargo del equipo de Ultramundo. Una cita que no os podéis perder.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Novissima Carmina III


El viernes pasado, el Círculo Cultural Pigmalión me invitó a leer poemas en uno de sus numerosos actos. Coincidí con los poetas Catarina Valdés, María Pizarro y Miguel Alarcos, que sustituyó a última hora a un efermizo Pelayo Fueyo -lástima, tenía muchas ganas de comentar sus últimos libros-. Hacía tiempo que no leía mis versos en un acto y, aunque el público asistente me felicitó por mi actuación, me sentí un poco fuera de juego. Mis poemas no son para leerlos en un café por la noche sino, más bien -como dice un amigo-, para recitar en un museo o en una biblioteca; lugares en los que me parece que no voy a participar en una lectura en mi vida. Este es el precio que tengo que pagar por ser fiel a mí mismo.


martes, 1 de diciembre de 2009

Poética

... toda expresión y toda frase
es un fin y un comienzo,
todo poema es un epitafio.

de Cuatro cuartetos


Si tuviera que definir mi poesía a modo de poética, acabaría citando estos maravillosos versos de T.S. Eliot.