No era la gloria, porque yo en la gloria
qué pinto. Ni siquiera era la fama.
Siempre fui tímido y le tuve siempre
un cierto horror al público y las cámaras.
Tampoco el oro, porque el oro exige
otra estrategia y otras artimañas.
-Mi ambición es llegar a no tener
más ambiciones que las necesarias-.
A estas alturas, si me asomo al fondo,
presiento que quizás lo que buscaba
era escribir, sobre mi propia vida,
mi versión de la vida retirada.
Javier Salvago, Volverlo a intentar, Sevilla, Renacimiento, 1989.
martes, 25 de enero de 2011
jueves, 20 de enero de 2011
APOLOGIA PRO VITA SUA, de Samuel Taylor Coleridge
El poeta, en su hora solitaria,
da a su mirada una energía inmensa
o, más bien, la libera de accidentes
de oscuras formas y tamaños.
Entre restos de brasa bondadosa
o coronas del humo de una pipa,
su talento permite contemplar
imágenes sublimes.
(traducción propia)
martes, 18 de enero de 2011
miércoles, 12 de enero de 2011
Regalo de Reyes
Uno de los regalos de Reyes que recibí:
Philippe Jaroussky, The story of a castrato Carestini, dir. Emmanuelle Haïm, Le Concert d´Astrée, Emi, 2007.
Philippe Jaroussky, The story of a castrato Carestini, dir. Emmanuelle Haïm, Le Concert d´Astrée, Emi, 2007.
martes, 4 de enero de 2011
EL NAUFRAGIO DEL DEUTSCHLAND, de G. M. Hopkins
VIII
Ahora sí se sabe.
Con palabras mejores o peores estallamos un día.
Cómo chorrea jugosa una ciruela
al morderle la carne. El hombre, en un relámpago,
destila hasta los bordes su jugo amargo o dulce.
Últimos o primeros, al héroe del Calvario,
al pie de Cristo, no preguntes cómo,
si a sabiendas o no, marchan los hombres.
G. M. Hopkins, Poemas, trad. de José Julio Cabanillas, Sevilla, Renacimiento, 2001.
Ahora sí se sabe.
Con palabras mejores o peores estallamos un día.
Cómo chorrea jugosa una ciruela
al morderle la carne. El hombre, en un relámpago,
destila hasta los bordes su jugo amargo o dulce.
Últimos o primeros, al héroe del Calvario,
al pie de Cristo, no preguntes cómo,
si a sabiendas o no, marchan los hombres.
G. M. Hopkins, Poemas, trad. de José Julio Cabanillas, Sevilla, Renacimiento, 2001.
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