Esta es la entrada número 100 de este blog. En los comienzos no imaginaba que llegaría tan lejos; si sería capaz de escribir algo, aunque no tenga interés alguno. Para celebrar la buena andadura, he revisado el poema de la primera entrada, siguiendo los consejos de Javier Almuzara.
GLOSA A UN POEMA PRIMERIZO
He fumado las hojas de los libros,
saboreando el humo
que dejan las palabras.
Calada tras calada,
me he perdido en los sueños,
que cobijamos en los más profundo
de nuestra libertad.
No hay misterio detrás de este poema
ni claves que resuelvan un enigma.
Tan sólo unas palabras pretenciosas
en la noche en que el humo me subió
a la cabeza.
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