LOS DÍAS PERDIDOS
Si volviera yo mis ojos a la vida
y viera cuánto tiempo he perdido
-naufragando siempre en los recuerdos-
entre estas cuatro paredes que me envuelven,
sería una forma nueva de encontrar
el lejano aroma de otras gentes
que suplan lo perdido,
el regalo que, sin miedo, podría
ser la dicha, los días deliciosos
que por mí nunca han pasado.
Herme G. Donis, Peregrinas andanzas, Llibros del Pexe, Gijón, 1997.