En la noche del mar no pasa nada, solo que ladran las redondas olas y las luces remotas te entretienen. Porque, en verdad, de asombro no se trata, de las preguntas sobre las preguntas, del origen del ser y de esas cosas. Es acerca de ti, que te defiendes; tiene que ver contigo lo que pasa, contigo, que te ocultas con tu culpa, mientras el mar y sus ruidosa olas y las luces remotas te entretienen, y el instante sin nadie te consuela.
Julio Martínez Mesanza, Gloria, Madrid, Rialp, 2016