No es fácil escuchar a lo real, cuya voz es tan leve y que dice cosas tan precisas. No es fácil amarlo como quiere ser amado, sin debilidad y sin abuso. No es fácil vivir; morir tampoco es fácil. Pero quien escucha, sin embargo, oye. Pero quien ama, sin embargo, aprende. Y la realidad está siempre ahí, silenciosa, esperando.