jueves, 29 de abril de 2010

Les Miraes de José Havel

No suelo leer libros de cine: los encuentro demasiado aburridos, pesados y sin ningún tipo de gracia. Sin embargo, Miraes, de José Havel me resulta la mar de entretenido. El libro recoge artículos, la mayor parte, de películas estrenadas en el año 1999. Año excelente para la factoría norteamericana que produjo títulos de la talla de American beauty, Gladiator, Sleepy Hollow, El sexto sentido y Eyes wide shut; películas que no crean problemas al crítico, ya que son difíciles de ponerles un pero. Lo que me gusta del libro es la calidez que ofrece a títulos más desfavorecidos por la crítica general, como es el caso de La novena puerta, de Polanski y El guerreo nº 13. Películas, ambas, que aun no siendo obras de la calidad de las citadas anteriormente, poseen un encanto que gana con los años. Y es que, debo reconocer, siento predilección por El guerrero nº 13, para mí la mejor de 1999.
Y no quiero olvidarme de una de las películas más taquilleras de ese año, Matrix, la cual tuvo un éxito inmediato, pero, con los años, se le van viendo las vergüenzas. Y es que el filme de los hermanos Wachowsky pretendió, en su tiempo, convertirse en un título de culto a la manera de Blade runner: nada más lejos de la realidad. José Havel, con inteligencia y agudeza, se percata inmediatamente de esas vergüenzas que convierten a Matrix, como muy bien dice el autor, en un simple videojuego.

lunes, 26 de abril de 2010

Conmemoracion de Día del Libro en la Facultad

El Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Cultura y Deportes tiene el gusto de informarles de las actividades culturales, de libre acceso, a continuación relacionadas:

27 de ABRIL


- 10.00 h. Salón de Actos de la Facultad de Filología (Campus de Humanidades de El Milán - Oviedo). Jornada de conmemoración del Día del Libro Leer es cosa de dos.

PROGRAMA
10 h: Presentación
Intervienen: Prof. Dª. Marta Pérez Toral y Prof. D. Enrique del Teso Martín
10.15 - 11:15 h: Mesa redonda En torno a El principito, de Antoine de Saint-Exupéry
Intervienen: Prof. D. José Luis García Arias y Prof. D. Francisco González Fernández
Modera: Prof. D. José María Fernández Cardo
11:45 - 12:45 h: Mesa redonda En torno a Devocionario, de Ana Rossetti
Intervienen: Dª. Ana Rossetti y Prof. Dª. Isabel Carrera Suárez
Modera: Prof. D. Leopoldo Sánchez Torre
12:45 h: Recital poético a cargo de estudiantes de la Facultad
(Sara Alonso, Carlos Iglesias, Miguel Mongelos, José Luis
Sevillano, Rodrigo Olay y Sara Torres)

viernes, 23 de abril de 2010

Día del Libro

Normalmente no suelo comprar libros el 23 de abril; no por nada, sino porque a finales de mes mi presupuesto reservado para libros se lo ha llevado el viento. Este año he hecho una excepción; será que la crisis no me afecta.
Dos libros de dos jóvenes poetas (me gusta conocer a mis contemporáneos): El guiño de la chatarra, de Alejandro Simón Partal (1983) y El huerto deseado, de Tomás Rodríguez Reyes (1981). Prometen los dos. Cumbres borrascosas, para mi madre. Cháchara, de Juan Bonilla: le tenía ganas. Lágrimas en la lluvia, de Juan Manuel de Prada, recoge artículos de cine y literatura: posiblemente lo que más me interesa de este escritor. Y, para colofón, el último número de la revista Renacimiento, con inéditos de Martínez Mesanza, de Cuenca, Gallego, Sevilla, Salvago, Mateos... y todo el elenco de magníficos poetas que por los ochenta hicieron de Renacimiento una editorial de referencia.

jueves, 22 de abril de 2010

Baroja: políticamente incorrecto

Goethe

Si en el Parnaso hacen una milicia de genios, Goethe tendrá que ser el tambor mayor. Tan grande, tan majestuoso, tan sereno, tan lleno de talentos, tan lleno de virtudes,y, sin embargo..., tan antipático.

Víctor Hugo

O la más genial de las retóricas; Víctor Hugo, o la más exquisita de las vulgaridades; Víctor Hugo,o el buen sentido disimulado del arte.

Stendhal

El inventor del autómata psicológico movido por máquina de relojería.

Poe

La esfinge misteriosa que hace temblar con sus ojos de lince; el orfebre de maravillas mágicas.

Flaubert

Flaubert es animal de pata pesada. Se ve que es normando. Toda su obra tiene mucho peso específico;a mí me fastidia. Uno de los hallazgos de Flaubert es el haber ideado el tipo de Homais,
el boticario de Madame Bovary. Yo no veo que Homais sea más estúpido que Flaubert; tal vez sea menos.

Los realistas españoles

Los realistas españoles de la misma época son para mí el colmo de lo desagradable. El más antipático de todos ellos es Pereda. Leerlo me parece ir sobre una mula caprichosa y resabiada que marcha con un trotecillo incómodo y hace cabriolas amaneradas a estilo de caballo de circo.

Clarín

De Clarín, de quien algunos amigos míos hablan con entusiasmo, yo tengo mala opinión. Como hombre, me parece que debió ser un envidioso; como novelista lo encuentro pesado y triste; como crítico no sé que tuviera un acierto.


Pío Baroja, Juventud, egolatría, Madrid, Caro Raggio, 1985.

miércoles, 21 de abril de 2010

OFICIO DE SUICIDAS

Pocas las palabras, pequeños sus designios,
nombrando siempre realidades banales,
triviales signos, hechos consumados,
y, en el fondo, sórdida presencia de la muerte.
Oficio melancólico, construir estas jaulas,
estas escasas lápidas del tiempo que nos pasa,
oficio de suicidas, intentar retener
la huella de la luz en sílabas de sombra.




Juan luis Panero, Antes que llegue la noche, 1985.

lunes, 19 de abril de 2010

Novedades


Mañana a las 20:00 horas en la libreria Bertrand de Oviedo se presentará el libro Democracia, opera prima de Néstor Villazón que le sirvió para alzarse con el Premio Internacional de Literatura Dramática Lázaro Carreter.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Instrucciones para abrir este libro




El otro día, en una conocida librería de viejo de mi ciudad, me encontré con esta edición de las Soledades. El hecho de que se tratase de una edición rústica al precio de 1€ y, con la gracia, de que tuviera el sello de la Biblioteca Pública Municipal, me intensificó el deseo de adquirirlo. La sorpresa llegó al abrirlo en casa, cuando se dejó caer una hoja que lleva por título Instrucciones para abrir este libro. Me acorde de mi profesor de literatura Hispanoamericana en la Universidad; siempre más atento al cuidado de los libros que al mero contenido de los mismos. Y como es habitual de dicho establecimiento, ¿quién sabe? Igual este papelillo suelto lo ha colocado él mismo.







Luis de Góngora, Soledades, Turner Libros, 1981.

martes, 15 de diciembre de 2009

Jesús Beades




He oído mucho acerca de Jesús Beades, y siempre para bien. Alguno, incluso, me ha comentado que tenemos gustos comunes. Hoy al hojear su segundo libro, Centinelas, me he llevado un grata impresión; mejor dicho, un regalo. Y es que quedamos pocos fumadores de pipa; cuando encuentro a uno, me digo que gracias a Dios no soy el último de esta especie.


UN REGALO

En mi mesa una pipa, tallada con un rostro
de un hirsuto guerrero,
que alguien que me quiso y aún me quiere
me regaló hace tiempo.

Y en mi pecho el deseo de ser un navegante
que, después de abordajes y naufragios,
aún sigue amando mucho
después de muchos años.

Sí, a mí también me regalaron una pipa de espuma de mar con el rostro de un barbudo tallado. Sin embargo no se me ocurrió escribir un poema; para eso ya está Jesús Beades que, por cierto, lo hace de maravilla.

Jesús Beades, Centinelas, Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2002.
La pipa: una Maestro de paja, de mi colección particular.

viernes, 11 de diciembre de 2009

El futuro

Ayer me levanté temprano para ir al banco. Revisé mi fondo de inversión, que sube más bien poco, y abrí una nueva libreta de ahorros. Después del papeleo y de computar un número de cifras que sigo sin entender, me acordé de unos versos de Roger Wolfe:

GLOSA A CELAYA

La poesía
es un arma
cargada de futuro.


Y el futuro
es del Banco
de Santander.

Me temo que tanto mi futuro como el del señor Wolfe están en las mismas manos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Mala memoria

No me acordaba. Rectifico el próposito de la entrada anterior cuando digo que me gustaría dedicar un poema a Pelayo Fueyo. En verdad, ya le dediqué uno que se publicó en el nº 3 de la revista Hesperya. Aunque ahora lo escribo corregido.

LA CAÍDA

a Pelayo Fueyo


Siempre tendré una deuda con las olas
por su envite constante hacia la roca
que me clavé una tarde de verano.

Un día no será vetusta roca
sino arena que arrastra la marea,
esponjosa caricia en mi costado
que blande la memoria del tropiezo.

Sonriendo en la cima de los cielos
me hallaré cobijado en mi alegría,
vengado con la ayuda de los mares.

Siempre tendré una deuda con las olas
por devolver la paz a mi vergüenza.


sábado, 5 de diciembre de 2009

Gracias, Pelayo



Va a hacer un año de la publicación de la Poesía completa de Pelayo Fueyo, sin duda uno de los mejores poetas asturianos de los últimos veinte años. Apenas, en este tiempo, he podido coincidir con él para comentar los poemas del libro inédito que incluye el volumen y, sobre todo, de agradecerle el hecho de que me dedicara un poema. Algo que espero devolverle pronto.

LA LUNA

a José Luis Sevillano

Sentado en el jardín, contemplando la luna,
me evado de las tópicas discusiones caseras.
Enciendo un cigarrillo. El humo se disuelve
formando una aureola que somete al planeta.
¡Ah, cuántos viejos versos ignorando el vacío
de ese centro inmutable al llanto adolescente!
Sentado en el jardín, oigo voces de mando
que parecen venidas de un teatro mundano.
Iré adentro, sumiso, como un muñeco insomne,
¿pero cómo encerrar a la luna en mi cuarto?

de La danza del ocioso

Pelayo Fueyo, Poesía completa, Valencia, Pre-Textos, 2008.

viernes, 4 de diciembre de 2009

En el trabajo

Tengo la suerte de tener un trabajo poco agobiante, lo que me permite leer con asiduidad y, cuando estoy de turno de noche, corregir los poemas que voy componiendo. Esta semana me han surgido varias ideas para distintos poemas (he empezado tres, algo muy raro en mí, que soy de ritmo lento). En ocasiones, en el trabajo, me envuelvo en una larga lista de ensoñaciones a las que, poco a poco,voy dando forma de poema. Este martes me dio por divagar sobre la poesía de hoy en día: ¿qué pensaría un poeta del medievo sobre nuestra lírica actual? Así que me puse en sus huesos para responder a esta pregunta.

UN POETA MEDIEVAL, YA SEA JUGLAR O TROVADOR -O AMBOS POR QUÉ NO-, SE RETUERCE LOS HUESOS - O LO QUE QUEDE DE ÉL- EN SU TUMBA, ANTE EL PANORAMA QUE OFRECE LA POESÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XXI; O TAMBIÉN VALDRÍA TITULARLO, SENCILLAMENTE, DESPUÉS DE LEER A JULIO MARTÍNEZ MESANZA.

No duermo en una tierra de leyendas
ni tampoco de nobles caballeros.
Salvar a la princesa de la torre
es misión de unos pocos elegidos
que son pasto del polvo y del silencio.
No hay laurel para el héroe de esta época
ni poetas que canten sus hazañas.


(Creo que no nos deja muy bien, ¿no creéis?)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Ultramundo

Del 11 al 13 de diciembre se celebrará en Mieres la primera muestra de cine fantástico y de terror. La organización corre a cargo del equipo de Ultramundo. Una cita que no os podéis perder.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Novissima Carmina III


El viernes pasado, el Círculo Cultural Pigmalión me invitó a leer poemas en uno de sus numerosos actos. Coincidí con los poetas Catarina Valdés, María Pizarro y Miguel Alarcos, que sustituyó a última hora a un efermizo Pelayo Fueyo -lástima, tenía muchas ganas de comentar sus últimos libros-. Hacía tiempo que no leía mis versos en un acto y, aunque el público asistente me felicitó por mi actuación, me sentí un poco fuera de juego. Mis poemas no son para leerlos en un café por la noche sino, más bien -como dice un amigo-, para recitar en un museo o en una biblioteca; lugares en los que me parece que no voy a participar en una lectura en mi vida. Este es el precio que tengo que pagar por ser fiel a mí mismo.


martes, 1 de diciembre de 2009

Poética

... toda expresión y toda frase
es un fin y un comienzo,
todo poema es un epitafio.

de Cuatro cuartetos


Si tuviera que definir mi poesía a modo de poética, acabaría citando estos maravillosos versos de T.S. Eliot.

viernes, 20 de noviembre de 2009

La influencia de Oriente


La influencia de la cultura oriental en las literaturas occidentales no es cosa nueva. El gusto por el exotismo asiático se establece con el Modernismo, pero distintas estéticas han sido influenciadas no sólo por su cultura libresca sino por la corriente filosófica. La generación Beat es la más destacada. Los Kerouack, Ginsberg, Burroughs, Snyder, Ferlinghetti... hicieron del orientalismo un modo de vida.
Hoy en día el haiku japonés está más de moda, entre nuetros escritores, que nuestra copla, tal vez por los rasgos comunes que mantienen ambas estrofas. Sin embargo no me imagino a ningún colega de versos practicando yoga o distintas técnicas de relajación, ordenarse en un monasterio budista, creerse un experto en meditación zen, o tomar alguna infusión de algún derivado de los opiáceos para llegar al nirvana. No, aquí se nota que no vivimos en Hollywood.


No pasa nada. Los poetas beat y oriente, ed. de Jesús Aguado, Barcelona, El bardo, 2007.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Un poema memorable de Francisco Alba

Sin duda, el siguiente poema es de los mejores publicados durante el año 2008.

In God We Trust

parcere subiectis et debellare superbos

Virgilio


Rogad a Dios por el soldado López
que cayó reventado por la bomba
a la orilla del Tigris
como cayó en Germania
el legionario hambriento
rodeado de árboles y frío
en el desatre de Quintilio Varo.

Soldado de la 101º Aerotransportada
con base en Fort Campbell (Kentucky)
y de la Legio XII
Fulminata
Un mismo símbolo de fuerza: el águila.

Mascando chicle
o regaliz de Acaya farfullaban
en inglés o latín escuetas órdenes.

No querían morir.
El Capitolio,
la curva de su bóveda imponente.
Mirad los templos de Minerva y Júpiter
coronando la Urbe milenaria.
Ese reflejo pétreo del poder,
la austera geometría. Los magnates
los mandan como ovejas a la carnicería
hablándoles de Lincoln,
de Escipión y la guerra de Cartago.

Su sagrada misión: civilizar.
Allí donde esté el Mal llegan las águilas.

En cada intervención los protegían
Marte y el Dios cristiano.
Confundidos
en los gélidos bosques de Germania
o en las ardientes arenas del Golfo Pérsico
recordaban el juego del amor
aprendido deprisa en un burdel.

A miles de kilómetros de casa
cachorros de centauro,
cayeron maldiciendo su bandera.

Al Orco descendieron, indignados.



Francisco Alba,
El contrario, Valencia, Pre-Textos, 2008.

martes, 17 de noviembre de 2009

Un descubrimiento

Cuando entro en una librería con la idea de comprarme un libro, normalmente lo tengo escogido de antemano. A veces, muy raramente, me dejo sorprender con volúmenes de autores desconocidos. Algo parecido me ocurrió hace un par de semanas cuando, por arte de magia, eché una vistazo a los últimos ejemplares que han salido en la colección "Antologías" de Renacimiento. Y es que Julián del Casal era un completo desconocido para mí. Sin embargo, al paso de las páginas, fui descubriendo a un poeta maravilloso que me tiene hechizado desde entonces. Esto - el hecho de con sólo leer un par de versos el lector puede saber si le va a gustar el libro- es la gran ventaja que tiene la poesía frente a la novela: cuando compras poesía, sabes lo que compras. La poesía nunca defrauda, y si lo hace es en casos excepcionales, como por ejemplo: cuando uno se empeña, erre que erre, en que le guste un determinado autor debido a su fama y prestigio; en mi caso, Rimbaud. Por mucho que trato de acercarme a su poesía, no consigo atravesar el muro que nos separa. Pero este no es, ni mucho menos, el caso de Julián del Casal; el cual, con un par de sonetos, es capaz de levantarme el ánimo en una mala tarde.

Sorprendente resulta que un poeta que conoce perfectamente el endecasílabo, que tiene el oído afinado, que abarca ampliamente el léxico de la lengua, que mantiene la intensidad emotiva a lo largo de su obra... Sorprendente, repito, me resulta no haber oído nunca hablar de semejante poeta y más aún, si cabe, el hecho de descubrirlo por casualidad. Menos mal que la poesía, a veces, hace tales milagros.



Julián del Casal, Rey solitario como la aurora, selección y prólogo de Carlos Javier Morales, Sevilla, Renacimiento, 2009.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El trueno más allá del Popocatépetl


Este año me propuse revisar mis lecturas de poesía en lengua inglesa del siglo veinte. Tuve la suerte de encontrarme durante el verano -estación poco propensa a la publicación de libros- una antología de poemas de Malcolm Lowry, editada perfectamente -como suele tener costumbre- por Tusquets. Para mi satisfacción personal, la traducción y selección corren a cargo de Juan Luis Panero, el cual hace un magnífico trabajo. Panero -como dice en el prólogo- intenta recrear -con éxito- la voz del poeta de Cheshire, algo que se palpa desde los primeros versos. Lowry se encuadra perfectamente en ese tipo de escritor que tanto gusta al mayor de los Panero: el de los alcohólicos perdedores entusiasmados con la literatura; o lo que es lo mismo: forma parte de la tradición del mismo Juan Luis. La combinación de ambos es, por tanto, perfecta.

Destacaré del conjunto la semblanza que hace el señor Lowry sobre Rupert Brooke; poeta recientemente tratado en este blog y que, por cosa de magia, aparece con asiduidad en lo que leo.

LE GUSTABAN LOS MUERTOS

Al final de un día borrado, de una triste jornada,
trató de contar las cosas que de verdad le importaban.
Nunca había querido ser Rupert Brooke,
ni tampoco un gran amante
y sólo se acordaba de unas pocas cosas, cosas sencillas:
de su alma habitada siempre por el miedo
y que ahora vendería por una jarra de cerveza.
Parecía que apenas había conocido el amor
y que el terror era su sentimiento más profundo.
Le gustaban los muertos.
Para él, la hierba no era verde, ni siquiera hierba,
el sol no era el sol ni la rosa, rosa,
ni el humo era ya humo.


Malcolm Lowry, El trueno más allá del Popocatépetl, trad. de Juan Luis Panero, Barcelona, Tusquets, 2009.

martes, 3 de noviembre de 2009

The Soldier, by Rupert Brooke

THE SOLDIER

If I should die, think only this of me:
Taht there´s some corner of a foreing field
That is for ever England. There shall be
In that rich earth a richer dust concealed:

Adust whom England bore, shaped, made aware,
Gave, once, her flowers to love, her ways to roam,
A body of England´s, breathing English air,
Washed by the rivers, blest by suns of home.

And think, this heart, all evil shed away,
A pulse in the eternal mind, no less
Give somewhere back the thoughts by England given;

Her sights and sounds; dreams happy as her day;
And laughter, learnt of friends; and gentleness,
In hearts at peace, under an English heaven.


La primera vez que me encontré este poema fue en Poesía inglesa del siglo xx (Llibros del pexe, 1993), una versión de Carlos Clementson, la cual no me produjo una grata impresión. Sin embargo, muchos años después este poema vuelve a mis ojos, esta vez, en una versión del poeta canario Domingo Rivero; poeta por el que tengo predilección. A partir de este momento y hasta la fecha, no ha dejado de cautivarme.

EL SOLDADO, DE RUPERT BROOKE

Si yo muero, pensad esto sólo de mí:
que allí donde me entierren habrá un rincón de tierra
extraña, que será para siempre Inglaterra.
El polvo generoso que ha de esconderse allí

el ser debió a Inglaterra que maternal le dio
flores que amar y sendas que recorrer, un día,
y un cuerpo todo suyo, pues de su aire vivía,
lo bañaron sus ríos y su sol lo curtió.

Y pensad que este pecho, de mal purificado,
hará con ritmo eterno, donde muera el soldado,
brotar los pensamientos porque Inglaterra es;

sus campos, sus rumores, ensueños de ventura,
y risas aprendidas de amigos, y ternura
en pechos que atesoran paz, bajo un cielo inglés.


(versión de Domingo Rivero)

Un amigo mío, conociendo mi cariño por este poema, me envió una versión del mismo -para sorpresa mía- por otro de mis poetas preferidos: Leopoldo Panero.

EL SOLDADO
(Rupert Brooke)

Si es que muero, esto sólo pensad, tan sólo esto:
que algún rincón cualquiera de alguna tierra extraña
es ya Inglaterra siempre. Mis huesos habrán puesto
su puñado de polvo de otra tierra en la entraña.

Polvo a quien dio Inglaterra forma, palabra, gesto;
sus flores para amarlas, para andar su campaña;
vaho mortal y polvo de Inglaterra compuesto,
que en sol se bendice y en sus aguas se baña.

Y pensad que ya limpio de todo mal el hueso,
pulso vital, el alma derrama la abundancia
que Inglaterra le diera con generoso exceso:

su dulce sueño alegre, su música y fragancia;
la risa entre los labios de la madre; y el beso
de un corazón que duerme, bajo el cielo, en su infancia.


Esto demuestra, en parte, la coherencia de mi gusto. Y es que la mayoría de mis autores favoritos mantienen unos lazos muy estrechos a pesar de la distancia temporal. Esto -me parece- que se llama tradición. Espero, algún día, formar parte de la misma.



Poesía inglesa del siglo veinte, ed. de José Luis García Martín, Gijón, Llibros del pexe, 1993.
Domingo Rivero, Yo, a mi cuerpo y otros poemas, Barcelona, Acantilado, 2006.
Leopoldo Panero, Obras completas, ed. de Juan Luis Panero, Madrid, Editora Nacional, 1973.