domingo, 12 de diciembre de 2010

VENCIDOS, de Isabel Viñuela

Puras exhalaciones, los caballos sin freno:
pura sangre erizada en oleaje de crines
que, despeinadas, caen en la marea del sueño.

Sorda duerme la noche ofreciendo la espalda
sin saber que respira polvo, sudor y hierro.

Cascos, cascos aplastan la viva flor de piedra.

Jinetes abrasándose en el polen de fuego
sueltas llevan las riendas al despuntar el alba
y vencidos regresan por el túnel del tiempo.


Isabel Viñuela, Entre dos luces, Oviedo, Biblioteca de Oliver, 1986.

5 comentarios:

  1. Una gran poeta lamentablemente olvidada. Me acuerdo perfectamente de ella, nos tratamos durante años. Hasta recuerdo de memoria alguno de sus poemas. Ah, el tiempo...

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  2. A mí me ha gustado mucho el libro. García Martín me contó su tragedia. Fue una pena, seguro que hubiera escrito buenos libros.
    Saludos

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  3. No sólo pena sino efectos colaterales. Algún día habría que escribir no sé si un ensayo o un poema sobre las consecuencias de este tipo de actos en los alrededores afectivos y amicales. Es una devastación de la que luego nadie habla; preguntémonos por qué.
    Su libro conjugaba la experiencia y un barroquismo contenido, además de una increíble perfección formal y mucho coraje.
    "Acaso fuiste parca o sólo ibas de paso / cuando al filo del pecho sentí la rozadura...". (Cito de memoria). Uno de los mejores poemas que he leído nunca sobre la enfermedad y la muerte.
    Un abrazo.

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  4. Y al final del túnel?...
    Un placer descubrir tu blog.
    Saludos

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  5. Es un placer, Saray. Me alegra que te guste. Yo también me paso por tu bitácora.
    Saludos

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