miércoles, 18 de agosto de 2010

Madrid de Corte a checa



Madrid de Corte a checa ha colmado mis expectativas. Esperaba lo mejor de la que dicen es la mejor novela sobre la guerra civil escrita desde el bando nacional; y, después de su lectura, doy fe de que es cierta tal afirmación. Al principio tenía mis dudas respecto al conde, no creía que fuera  capaz de alejarse de un panfleto propagandístico; me equivoqué. Foxá recrea, con una magnífica trama novelesca, posiblemente la época más trágica de la capital de España. Y lo hace con varios aciertos. Siempre me ha gustado la prosa de Valle-Inclán; las novelas en las que desfilan personajes reales, mezclados con otros ficticios; los diálogos sacados de un escenario; las traiciones políticas, y las amorosas; la ciudad como núcleo del argumento; la masonería...  En definitiva, todo de lo que se nutre Foxá.
Lo que no esperaba (y en las primeras páginas) era encontrarme con lo siguiente:

"-Ha acabado la votación; se niega la existencia de Dios por una mayoría de siete votos."


Agustín de Foxá, Madrid de Corte a checa, Barcelona, Planeta, 1993.

lunes, 16 de agosto de 2010

domingo, 15 de agosto de 2010

The Magic Flute - Papageno

Un vídeo que no me canso de ver.

OFICIO DE VIVIR, de Marcos Tramón

18 de agosto 1950

Ed è subito sera
S. Quasimodo

En estas calles oscurece
como oscurece en los paisajes
donde fui niño.
Como una irrealidad,
como lúcida interpretación
de una vida,
                   de pronto anochece.
Antes de que oscurezca otra mañana,
antes de que caiga el alba,
decido con palabras
de despedida un gesto en el diario.


Marcos Tramón, Los días que te explican, Gijón, Llibros del Pexe, 2001. 

jueves, 12 de agosto de 2010

Los juicios a Oscar Wilde



Hay escritores célebres (y no tan célebres) que pierden la compostura y su ingenio delante de un periodista, de un admirador o de algún otro cultivador de la palabra. Oscar Wilde mantenía su elocuencia, incluso, delante del fiscal que lo interrogó en los tres juicios sobre su persona de 1895. Dejo aquí una prueba irrefutable. 

Fiscal: -Quisiera llamarle la atención sobre el estilo de su correspondencia con Lord Alfred Douglas.
Oscar Wilde:-Estoy listo. Jamás me avergüenzo del estilo de mis escritos.
Fiscal:- ¿Cree que un hombre normal le dirigiría esas expresiones a otro más joven?
Oscar Wilde:- En mi opinión, y felizmente, yo no soy un hombre normal.



Oscar Wilde, El arte del ingenio, trad. de Beatriz Torreblanca, Madrid, Valdemar, 2009

domingo, 8 de agosto de 2010

GLOSA A UN POEMA PRIMERIZO

Esta es la entrada número 100 de este blog. En los comienzos no imaginaba que llegaría tan lejos; si sería capaz de escribir algo, aunque no tenga interés alguno. Para celebrar la buena andadura, he revisado el poema de la primera entrada, siguiendo los consejos de Javier Almuzara.


GLOSA A UN POEMA PRIMERIZO

He fumado las hojas de los libros,
saboreando el humo
que dejan las palabras.

Calada tras calada,
me he perdido en los sueños,
que cobijamos en los más profundo
de nuestra libertad.

No hay misterio detrás de este poema
ni claves que resuelvan un enigma.
Tan sólo unas palabras pretenciosas
en la noche en que el humo me subió
a la cabeza. 

viernes, 6 de agosto de 2010

De profundis


Resulta maravillosa la última edición de bolsillo del De profundis, que recientemente ha reeditado Siruela. Sencillamente conmovedora es esta extensa carta de Oscar Wilde dirigida desde la cárcel de Reading a su amante lord Alfred Douglas. Toda la pena, la vergüenza y el desamor del genial irlandés en unas páginas enternecedoras; muy distintas a las otras Cartas a lord Alfred Douglas (edición de Luis Antonio de Villena) editadas por Tusquets. De entre los muchos pasajes interesantes, en los que obsevamos el corazón desangelado del autor, me quedo con estos dos:

"Que todas mis cosas bonitas hubieran de venderse: mis dibujos de Burne-Jones; mis dibujos de Whistler; mi Monticelli; mis Simeon Solomons; mis porcelanas;mi biblioteca con su colección de volúmenes dedicados de casi todos los poetas de mi tiempo, de Hugo a Whitman, de Swinburne a Mallarmé, de Morris a Verlaine; con sus ediciones bellamente encuadernadas de las obras de mi padre y de mi madre [...] Si tu padre no hubiera podido pedirme las cosas, tú, lo sé perfectamente, al menos de palabra te habrías mostrado muy apenado por la pérdida de mi entera biblioteca, pérdida irreparable para un hombre de letras."

"... y tenías mucho interés en obtener mi permiso para publicar extractos y selecciones de... ¿qué cartas? ¡Las cartas que yo te había escrito desde Holloway! ¡Las cartas que para ti deberían haber sido lo más sagrado y lo más secreto del mundo entero! [...] Si en tu corazón no había nada que clamase contra un sacrilegio tan grosero, podías haberte acordado al menos del soneto que escribiera quien con tanta pena y desprecio vio vender en Londres, en pública subasta las cartas de John Keats, y haber entendido al cabo el auténtico sentido de mis versos:
I think they love not Art
Who break the crystal of a poet´s heart
That small and sickly eyes may glare or gloat."



Oscar Wilde, De profundis, Madrid, Siruela, 2010.

miércoles, 4 de agosto de 2010

De los derroteros de la palabra

El otro día Martín llevó a la tertulia un libro curioso: De los derroteros de la palabra, de Atilano Sevillano. Una buena colección de microrrelatos que enganchan al lector desde la primera página. En el momento que se pronunció en voz alta el nombre del autor, las miradas de los presentes se volvieron hacia mí (supongo por si guardamos algún parentesco). Desconozco si tenemos algún lazo lejano, pero, por lo visto en el retrato que acompaña a la solapa, tiene rasgos propios de la familia (que mejor omito); además tuve la oportunidad de ver su letra, en una carta (en la que el autor quería darse a conocer por nuestro grupo), y, curiosamente, es bastante parecida a la mía. Seguramente no estaremos emparentados, pero nos une un gusto literario: Kafka, Borges, E. Anderson Imbert, Cervantes, Cortázar, Monterroso... También en el uso de ciertos recursos: juegos de palabras,  la admiración por la mitología, una leve tendencia a lo epigramático y, sobre todo, el culto de lo breve. Y muchas otras cosas que forman parte de este  bello libro que, sin dudarlo, firmaría con mi nombre.

SCHEREZADE
Los cuentos tienen sus falsificaciones. De boca a boca nos ha llegado el rumor de que la joven, bella y astuta Scherezade no relató mil y un cuentos. Tras narrar doscientos ochenta, lamentó estar falta de inspiración, y sólo se le ocurrió un relato hiperbreve.

ATLAS
Cuentan que en alguna ocasión Atlas se tomaba vacaciones. Es por ello por lo que a veces sentimos el peso del mundo a nuestras espaldas.

LA PALABRA MÁS BELLA
Se cuenta que un viejo filólogo había consumido toda su existencia persiguiendo la palabra más bella del idioma. Había examinado una y otra vez los volúmenes de su vasta biblioteca. Allí estaban bien encuadernadas todas las palabras existentes y no había podido dar con la más bella. la causa de su fracaso, según unos, quizá se debiera a su gran visión calidoscópica que le impediría aislar una palabra de entre las demás y así separarla y medir su armonía y dulzura, según otros, a su miopía crónica.

LA EXPERIENCIA EN LA MÁXIMA
El tiempo aquel en que las palabras eran recién estrenadas, bastaba con irse de la lengua.

CONCURSO DE EPITAFIOS
Una prestigiosa revista nacional convoca su bianual Concurso de epitafios. A la hora de la entrega de tan disputado galardón, el autor del texto premiado no acude. El insigne y reputado jurado nunca le ha perdonado la descortesía de  que ni si quiera hubiera presentado sus excusas.

CUENTAN
Desde antiguo cuentan que si pisas una flor azul matarás toda tu inspiración. A mí me lo contaron un día en que lamentaba estar falto de ella.

FRASE HECHA
 No tengo tiempo ni para morirme, repetía insistentemente. Y, para no tener que desdecirse, fue muriéndose un poco cada día.
 

Atilano Sevillano, De los derroteros de la palabra, Salamanca, Celya, 2010.

León de noche

Vuelve la cara Ludwig van Beethoven,
dime qué ven, qué viento entra en tus ojos,
Ludwig; qué sombras van o vienen, van
Beethoven; qué viento vano, incógnito,
barre la nada... Dime
qué escuchas, qué chascado mar 
roe la ruina de tu oído sordo;
vuelve, vuelve la cara, Ludwig, gira
la máscara de polvo,
dime qué luces
ungen tu sueño de cenizas húmedas;
vuelve la cara, capitán del fondo
de la muerte: tú, Ludwig van Beethoven,
león de noche, capitel sonoro. 


Blas de Otero, Verso y prosa, Madrid, Cátedra, 1991.

miércoles, 28 de julio de 2010

Recital de Poesía Erótica

Mañana Jueves el Círculo Cultural Pigmalión realiza una nueva actividad en el Clan Art: un acercamiento a la poesía erótica, en todas sus vertientes posibles, con un diálogo entre poetas grecolatinos (Calímaco, Meleagro, Horacio, Marcial) y modernos españoles (del 27 a la actualidad, con la presencia del panorama más reciente y su intervención). Participarán varios miembros de Pigmalión (Carlos Iglesias, Sandra Suárez, Felipe Prieto y Miguel Alarcos), así como poetas invitados, como Ada Menéndez (Madrid) o Mertxe Manso (Córdoba). Los intermezzos musicales se concebirán como dialogos entre canciones pregrabadas de los 80.

lunes, 26 de julio de 2010

Por casualidad


Después de una mañana de compras por Gijón, acompaño a Carlos Iglesias a la biblioteca del Centro Municipal La Arena. Allí, por casualidad, en la sección de poesía (por cierto, muy buena), encuentro un ejemplar de Fábula de fuentes; una antología en la que participamos junto con Vicente García, Silvia Ugidos, Catarina Valdés, José Ángel Gayol y Néstor Villazón. Me quedo asombrado de ver mis versos en unos anaqueles ajenos a los míos. Por otra parte, me avergüenza que mis versos primerizos -y, como tales, más bien poco afortunados- estén al alcance de cualquiera. Me doy cuenta de lo mucho que he mejorado. También noto algo extraño en la selección de Carlos: echo en falta -posiblemente- uno de sus mejores poemas:

ECHARTE DE MENOS


(Para R***)

Echarte de menos no es algo que pueda definirse.
Pueden ser las manos invisibles de un minuto,
reteniendo tu olor y tu forma de caminar conmigo.
Pueden ser las horas de un domingo, deslizándose
hacia el lunes como culebras impacientes,
o esa conversación que muere sin haber nacido
cuando entro en un taxi.
Puede ser el silencio hostil al otro lado del teléfono,
o ese aire de campo de batalla que tiene esta ciudad
algunas veces.
Puede ser todo lo que no hay tras los puntos suspensivos
de mi vida, o esa nieve que cae cuando pestañeas.


domingo, 25 de julio de 2010

Sherlock Holmes



Termino de ver la última versión cinematográfica de Sherlock Holmes. Me sobran los puñetazos y el aspecto descuidado de Robert Downey Jr.; prefiero la pulcritud de Peter Cushing, la serenidad Jeremy Brett y, sobre todo, la elegancia de Basil Rathbone. No me gusta nada la pipa, bastante anacrónica; mucho mejor la Peterson´s System de Rathbone o la Calabash de Cushing.
Echo en falta la dirección de Billy Wilder y, sobre todo, su gusto musical: ese magnífico Concierto para violín, Op. 24, de Miklós Rózsa.


sábado, 24 de julio de 2010

ABC, 21 de mayo, 1972


Mientras hojeo el magnífico libro de Pedro Salinas, Literatura Española Siglo XX, que compré recientemente en una librería de viejo de Gijón, y que recoge artículos sobre la literatura española de los treinta primeros años del pasado siglo, me encuentro un recorte de periódico fechado a 21 de mayo del 72. En él se menciona la reciente publicación de las Poesías completas: las editadas por Barral Editores en 1971, con prólogo de Jorge Guillén. Para celebrar dicha publicación, el periódico ABC se suma, en lo que era una columna diaria dedicada a la lírica, titulada: ... y poesía cada día, al homenaje del genial Pedro Salinas con dos poemas de Aleixandre y Gerardo Diego. Qué pena que los periódicos en estos días no dediquen a la poesía ni una columna a la semana.



Pedro Salinas, Literatura Española Siglo XX, Madrid, Alianza, 1970.

viernes, 23 de julio de 2010

EL COMBATE, de R. S. Thomas

No tienes nombre.
Hemos luchado contigo todo
el día, y ahora se acerca la noche,
la oscuridad de la que surgimos
buscando; anónimo,
te retiras y nos dejas curando
las contusiones y huesos dislocados.


No hay remedio para el fracaso
del lenguaje. Los físicos
nos dicen cuánto mides, los químicos
los ingredientes de tu
pensamiento. Pero nadie dice
quién eres, ni por qué
habrías de abordarnos
en las inocentes marchas
de vocabulario y azotarnos
con tu silencio. Morimos, morimos
sabiendo que resistes infinitamente
en la frontera del gran poema.


R. S. Thomas, Antología poética, trad. de Misael Ruiz Albarracín, Gijón, Trea, 2008

jueves, 22 de julio de 2010

Lecturas de verano

Durante estos días mi biblioteca está creciendo considerablemente. No hago más que comprar libros. No sé si gracias a las vacaciones los lectores habituales a las librerías de viejo han desaparecido, o bien, si mi tiempo libre me permite pasarme con mayor asiduidad y calma por estos establecimientos, que encuentro un mayor número de libros interesantes. Un primera edición de 65 poemas recuperados, de Constantino Cavafis, traducido por José María Álvarez (una joya); Criticar al crítico, de T. S. Eliot (imprescindible); Literatura Española Siglo XX, de Pedro Salinas (necesario); Álbum Luis Cernuda, una maravillosa edición de la Residencia de Estudiantes (sublime); Rimbaud de Arabia, de Alain Borer; Cazador de autógrafos, de José Luis Piquero; una antología bastante presentable de Manuel Machado; El hombre que fue jueves, de Chesterton (traducción de Alfonso Reyes); Libro del desasosiego, Pessoa; un libro muy adecuado para este mes tan futbolístico: Salvajes y sentimentales. Letras de fútbol, de Javier Marías (maravilloso); Poesía reunida de Yeats, traducción espléndida de A. R. Taravillo (una pasada); Madrid, de Corte a checa, de Agustín de Foxá, "el conde" -como diría mi queridísimo Juan Luis Panero- (no me lo esperaba). A todo esto debo sumar los libros que me regala Miguel Ángel Gómez como Actos de habla, de Jaime Siles; Alumbramiento, de Andrés Neuman (interesante); algún estudio sobre poesía española contemporánea que prefiero no nombrarlo; y, sobre todo, un libro curioso de sonetos gongorinos titulado Las campanas de la muerte, de José Ramón Muñiz Álvarez, promete bastante. Pues todo esto está repartido entre mi mesa de trabajo y los atriles. No sé si me dará tiempo a leerlo en estas vacaciones; en lo que sí que estoy seguro es que no me aburriré.


miércoles, 21 de julio de 2010

En la belleza ajena


Desconozco si la traducción del título En la belleza ajena es fiel a al polaco W cudzym pieknie; pero si existiera una palabra que evocara a este libro, esa seria "belleza". Adam Zagajewski nos relata a modo de memorias y diario sus comienzos en el mundillo literario, su ingreso en la Universidad: las tertulias de estudiantes, los primeros manifiestos poéticos... Todo evocado desde la mirada más amable y escrito con una prosa maravillosa, prosa de poeta. No importa por la página que se abra el libro, puede empezar a leerse por cualquiera de ellas, siempre encontraremos una frase perfecta, emotiva e inteligente. Es de esos libros, que tanto le gustan a Xuan Bello, llamados abiertos. El orden es indiferente, Zagajewski es capaz de cautivar al lector en cada una de sus páginas. Crítica literaria, revisión histórica, postales de ciudades, cuadros familiares, semblanzas de personajes célebres, colección de aforismos, etc.; componen esta espléndida obra lírica. Con obras como esta, el prestigio del autor está bien ganado.


Adam Zagajewski, En la belleza ajena, trad. Ángel E. Díaz-Pintado, Valencia, Pre-Textos, 2003.

lunes, 19 de julio de 2010

Jules Renard

13 de octubre de 1888. La elocuencia. San Andrés, clavado en la cruz, predica durante dos días a veinte mil personas. Todos le escuchan, cautivados, pero a nadie se le ocurre liberarle.

28 de mayo de 1889. La amistad de un escritor de talento sería muy provechosa. Lástima que todos los que desearíamos como amigos estén muertos.

25 de septiembre de 1889. Leo novela tras novela, me atiborro, me empacho, me indigesto, a fin de asquearme de sus trivialidades, de sus repeticiones, de sus artificios, de sus convencionalismos, y poder hacer algo diferente.

12 de agosto de 1890. Quizá el escritor que perdurará sea Merimée. En efecto, es el que menos usa las imágenes, esa causa de senilidad del estilo. La posteridad pertenece a los escritores secos, a los estreñidos.

16 de junio de 1891. ¡Parece que esté uno obligado a escribir una novela, como hacer el servicio militar!

11 de junio de 1892
. El talento es como el dinero: para hablar de él no hace falta tenerlo.

22 de enero de 1893. Un escritor conocidísimo el año pasado.

Uno:
-Vendo, luego tengo talento.
El otro:
-No vendo, luego tengo talento.

23 de abril de 1893. Sí, lo sé.Todos los grandes hombres primero fueron ignorados; pero yo no soy un gran hombre, así que preferiría ser famoso inmediatamente.

17 de mayo de 1894. Mi literatura: cartas a mí mismo que os permito leer.

22 de noviembre de 1894. ¡La palabra exacta! ¡La palabra exacta! ¡Qué ahorro de papel el día en que una ley obligue a los escritores a ser precisos!

29 de julio de 1895. Toda nuestra crítica consiste en reprochar a otros que no tengan las cualidades que nosotros creemos tener.

21 de abril de 1896. Si yo tuviera talento, me imitarían. Si me imitasen, me pondría de moda. Si me pusiera de moda, pronto pasaría de moda. Así que más vale que no tenga talento.

14 de mayo de 1897. Ya no disfruto escribiendo. Me he hecho un estilo demasiado difícil.

30 de diciembre de 1899. Qué cómodos son los entierros. Se puede ser huraño con la gente: lo toman por tristeza.

5 de marzo de 1906. La vida es corta, pero el aburrimiento la alarga.

25 de junio de 1906. Poeta nuevo. Memoriza su nombre, porque no se volverá a hablar de él.



Jules Renard, Diario 1887-1910, ed. de Josep Massot e Ignacio Vidal-Folch, Barcelona, DeBolsillo, 2008.

domingo, 18 de julio de 2010

Recital poético en La Semana Negra




Como todos los años, en la madrugada del viernes para el sábado, tuvo lugar el recital poético de la Semana Negra. Este año, contó con la mayor presencia de autores asturianos: Antón García, José Luis García Martín y Vanessa Gutiérrez acompañaron al ya habitual Luis García Montero. "Tenéis que acompañarme, es un acto maravilloso, 600 personas en silencio escuchando poesía a esas horas" nos dice uno de los poetas a Ángel y a mí; y como nos temíamos, ni 600 personas de público ni silencio inmaculado. Eso sí, el recinto estaba lleno, que ya es mucho para la hora que era, la 1:00 am. Pese a su inevitable ausencia, el espíritu de Ángel González (alma máter del evento) estuvo presente.

José Luis García Martín, como viene siendo habitual en él, no se resistió en recitar uno de sus poemas favoritos (en el vídeo de arriba) que le acompaña desde el colegio. Emotivo resultó el homenaje a su maestra de escuela, Sara Suárez Solís.

sábado, 17 de julio de 2010

Cuestión de fe


"No te apresures en comprar la Poesía reunida de Yeats que acaba de sacar Taravillo, seguro que no tarda en aparecer en Don Quijote a buen precio", me dice Rodrigo Olay -seguro de sí mismo- en su despedida, antes de ser captado por una secta. "Mucha fe tienes. Aun en el caso de que entre, no durará mucho: hay mucha gente con la caña puesta", le digo. Y es que con 20 años se puede tener fe, hasta en los profesores universitarios. No obstante, debo reconocerlo, Rodrigo me ha impregnado de su firme esperanza. Durante varias semanas he rehusado de comprar el volumen de Antonio Rivero Taravillo: cuando lo tenía entre mis manos, un no sé qué me hacía devolverlo al estante de la librería; como si dentro de mí guardará esperanzas -sin saberlo- de que apareciese, por arte de magia, en los anaqueles de la librería de lance que más frecuento. Y, dentro de las casualidades, haciendo tiempo para acudir a la tertulia de los viernes, me paso por Don Quijote, y, de entre los estantes de la sección de poesía, separado del resto, sin mezclarse con los demás volúmenes -algo sucios-, como un aristócrata en una fiesta de plebeyos, me encuentro (en perfecto estado) el maravilloso ejemplar editado por Pre-Textos. Lo cojo, miro el precio (12 euros por debajo del "oficial"), no lo dudo, y, cuando voy a pagar, me dice el librero: "Ya me parecía a mí que iba a durar poco este libro. Has estado con la caña puesta".


W. B. Yeats, Poesía reunida, traducción de Antonio Rivero Taravillo, Valencia, Pre-Textos, 2010.